Las infecciones respiratorias, ya sean gripes o infecciones por falta de anticuerpos, se producen con gran frecuencia en los primeros años de vida de los bebés prematuros. Este grupo está más expuesto por la poca maduración que tienen sus pulmones al nacer, siendo los síntomas más agudos. Además, su sistema inmunitario también es débil.
Para intentar reducir las posibilidades de que contraigan una infección respiratoria, una vez que el bebé prematuro se encuentre fuera de peligro y se pueda ir a casa debemos:
Para intentar reducir las posibilidades de que contraigan una infección respiratoria, una vez que el bebé prematuro se encuentre fuera de peligro y se pueda ir a casa debemos:
- No exponerlo al humo del tabaco.
- No exponerlo a personas con enfermedades respiratorias.
- Evitar las aglomeraciones de gente en época de alergias.
- No acudir a la guardería hasta pasado el primer años de vida.
- Vacunar de la gripe a las personas que contacten frecuentemente con el bebé e incluso al bebé si es mayor de 6 meses.
- Lavarse las manos al atender al bebé.
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